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5 alternativas para ayudar a los pacientes que no pueden pagar, sin terminar agotada ni sacrificar tus finanzas

La verdadera vocación de ayudar a las personas fue lo que me llevó a titularme de psicóloga.

Cuando salí de la universidad, tenía esa ilusión de que iba a poder “salvarle la vida” a todos y que todos merecían mi ayuda. Algo así como una suerte de justicia social mezclado con la inocencia e ilusión de los veinti tantos años.

Nadie nunca me ha dicho que estudió psicología “para ganar plata”, todas elegimos esta profesión desde las ganas de ayudar a los demás. Sin embargo, la vocación no tiene por qué ser sinónimo de “dar hasta que duela” como dijo el Padre Hurtado, ni tenemos que convertirnos en la próxima María Teresa de Calcuta, porque a través de nuestro trabajo de psicólogas, es como nos ganamos la vida.

Tenemos que ser realistas, hay cuentas que pagar.

Aún así, sé que tienes una consciencia social alta y que quieres ayudar a quienes no tienen tanto dinero, pero lamentablemente, la mayoría de las psicólogas que conozco termina agotada y arriesgando su propia “salud económica” y no quiero que tus ganas de contribuir se vean mermadas por esto.

Para que tu vocación no afecte negativamente tus finanzas y no te quite tiempo, te dejo acá 5 formas de ayudar desde el corazón, a quienes no pueden pagar el precio completo de tu consulta.

Opción 1: Otorgar becas

Con esto me refiero a dar de forma gratuita tus servicios a aquel paciente que realmente necesita atención psicológica y que honestamente no puede pagar.

Pero no se trata de andar regalando tus horas “a diestra y siniestra” al primero que te lo pida. Si quieres ayudar de manera seria, sin sacrificar tus finanzas ni tu tiempo, estas becas tienen que estar definidas de antemano para que esas horas estén consideradas dentro de tu jornada “oficial”.

Por eso, antes de regalar una beca, te recomiendo definir los siguientes aspectos:

 1 – Definir un número de pacientes fijo. Piensa en cuántas horas a la semana quieres dedicarle a tus becados. Por ejemplo, puedes definir que vas a recibir dos pacientes de manera gratuita por semestre, o lo que a ti te haga sentido. La idea es que esas horas estén consideradas dentro de tu planificación anual, semestral o mensual. Sí… ojalá comiences a planificar tus finanzas cada año.

 2 – Establecer e informar los requisitos para acceder a tu beca. Por ejemplo, cuál debe ser el sueldo mínimo del paciente, el ingreso per cápita, desde qué institución debe ser derivado, cómo medir el compromiso hacia la terapia, evaluar la etapa de cambio… Lo que sea necesario para que este proceso de psicoterapia gratuito sea realmente aprovechado. No olvides pedir y revisar la documentación que acredite aquellos requisitos, tal como lo haría cualquier institución seria, para otorgar una beca.

 3 – Definir las condiciones de la beca. Qué porcentaje de asistencia es necesario para mantenerla, qué tan relevante es el tema de la puntualidad, qué responsabilidad le corresponde al paciente, cuál será el alcance de la terapia, cuál será el número de sesiones mínimo o máximo, en qué horario van a encontrarse, usarán modalidad online o presencial, y cualquier otra condición que evalúes como necesaria.

 4 – Redactar un documento de acuerdos preliminares. Ese documento debería incluir todos los puntos anteriores, las responsabilidades de cada una de las partes (el paciente y tú) e información relevante (dirección, contacto, números de emergencia, etc.). El paciente debe leerlo y estar de acuerdo con lo que dice este documento.

Con toda esta organización y formalidad, ¡dan ganas de ganarse la beca! (y no abandonar el proceso entre medio).

Opción 2: Intercambio de servicios

Hay personas que, por circunstancias de la vida, realmente no tienen liquidez, pero quieren a toda costa tener un proceso contigo (y solo contigo) y al mismo tiempo, sí podrían “pagarte”, pero solamente a través de sus mismos servicios. Por ejemplo con un servicio de: 

  • Desarrollo de página web
  • Fotografía
  • Diseño de marca
  • Servicios contables
  • Servicios legales
  • Asistente
  • Otros 

También pueden ser servicios “de lujo” por los cuales pagarías de todas maneras ese mes, como: 

  • Manicure
  • Masaje
  • Peluquería
  • Paseo de mascotas
  • Niñera
  • Etc. 

El criterio es tuyo, pero para que no afecte tus finanzas ni tu tiempo, recuerda recibir solamente aquellos servicios que realmente necesitas y con lo que te sientas cómoda, por ejemplo, no aceptes una lectura de tarot si es algo que nunca hubieses pensado pagar.

Al igual que la opción de becas, te recomiendo redactar un documento de acuerdos preliminares con los mismos temas de relevancia y que ambas partes, paciente y terapeuta, estén de acuerdo con ellos.

Opción 3: Charlas presenciales gratuitas en instituciones ad hoc

Si ves que te llegan muchos pacientes con una problemática similar o quisieras ayudar a personas con cierto tema de consulta, puedes solicitar realizar una charla presencial gratuita en alguna institución que se relacione con dicho tema. 

Por ejemplo, si te gusta o trabajas con temas de fertilidad, podrías realizar una charla en una clínica de maternidad. O si trabajas con temas de hábitos saludables, podrías hacer una charla en un gimnasio.

Es muy entretenida esta opción porque además de ofrecer la ayuda gratuita, puedes generar contenido para tus redes o página web en esta misma charla. ¿Cómo? Así:

 1 – Saca fotos, graba videos y pide testimonios. Vale la pena invertir en un profesional que pueda hacerlo por ti para que tú estés enfocada en tu charla, o bien, si prefieres pídele a alguien de confianza que lo haga. Incluso, al final de la charla, puedes pedir voluntarios para dar su testimonio grabado. Recuerda pedir el consentimiento informado para usar ese contenido, para eso llevar impreso un documento es una buena idea y si alguien no quiere, le avisas al profesional que no grabe a esa persona y te preocupas de NO usar el material en que pueda aparecer.

 2- Usa el material generado en la charla. Esas mismas fotos y videos las puedes subir a tu página web, a tu perfil de redes sociales, a tu perfil de linkedin, etc. De esta manera, este evento gratuito se hace “rentable” porque aparecer rodeada de gente, te da una autoridad que ni te imaginas.

Otra recomendación, es contar con una red de derivación a centro de atención u otro especialista por si detectas alguna necesidad o te lo piden directamente.

Antes de dictar la charla, define cuántos cupos abrirás, prepara una ficha de inscripción con nombre, teléfono y email y define cómo vas a promocionar tu charla. Confirma participación y prepara todo lo que sea necesario (material escrito, material audiovisual, cafetería, cocktail, etc). 

Quizás no es necesario decírtelo, pero “por si las moscas”: el hecho de que sea una charla gratuita, no debe comprometer la calidad de ésta

Considera también que te puedes poner súper creativa y entregar una guía con el resumen de la charla, o con recomendaciones, ¡lo que quieras! El escenario es tuyo. Recuerda siempre dejar tus datos de contacto por si aparecen nuevos pacientes.

Si no tienes idea de cómo realizar una charla y te da pánico que no llegue nadie, lee este artículo sobre: cómo atraer pacientes a tu consulta, charla o taller, sin parecer un “llame ya”

Opción 4: Ofrecer descuento al realizar el pago del proceso por adelantado

Esto vendría a reemplazar el tema de las tarifas diferenciadas y a darte más control sobre tus finanzas, además de evitar el momento incómodo de cobrar tras cada sesión, tener que recordar que te transfieran y enfrentar fugas de dinero. 

En realidad más que dar una ayuda, lo podemos ver como una forma de “premiar” a quiénes toman acción y se comprometen con su salud mental. Si lo ves de esa manera, puedes ofrecerle esta misma opción a todos tus pacientes y vas a ver un tremendo orden al igualar tus tarifas y recibir los pagos por adelantado. 

Otro beneficio que probablemente vas a observar, es que cuando los pacientes pagan por adelantado, tienen mejor adherencia y compromiso al tratamiento, por ende, mejores resultados, ¡punto para el paciente! Y por tu parte, vas a saber con certeza con cuánto dinero cuentas para el mes y como dicen por ahí… finanzas ordenadas, mente ordenada. ¡Punto para ti!

Y adivina… Al igual que en todas las estrategias anteriores, te recomendamos tener tu documento de acuerdos preliminares.

Opción 5: Organizar un taller gratuito por zoom

También podría ser presencial, pero como sabemos, un taller cuenta con más de una sesión de trabajo y para ahorrar costos de arriendo, cafetería y traslado, qué mejor que llevarlo a cabo de manera digital.

La idea es pre definir qué se aprenderá en cada una de las sesiones, manteniendo intacto el interés. No sé si habías pensado esto, pero ¿has notado que cuando algo es gratis no tiene el mismo peso que cuando es pagado? Ahí siempre está el desafío, sobre todo para las psicólogas, porque tendemos a usar conceptos y un lenguaje muy académico que difícilmente atrae el interés de alguien que no sea psicólogo. 

Si no tienes idea de cómo generar interés en tu taller, lee este artículo sobre: cómo atraer pacientes a tu consulta, charla o taller, sin parecer un “llame ya”

La dinámica de organización previa de un taller por zoom, es similar a la que te expliqué en la opción de charla gratuita: promocionar el taller, gestionar las inscripciones, pedir consentimientos, grabar, tomar pantallazos y contar con una red de derivación.

Como incentivo, siempre puedes ofrecer un regalo a quienes terminen el taller. Desde el acceso gratuito a un ebook que tú misma redactaste, hasta una sesión gratuita personal contigo. Nuevamente, el criterio es tuyo, pero siempre ten como prioridad cuidar tu propio tiempo y dinero antes de regalar.

Ésta era la última de las 5 opciones para ayudar a los pacientes que no pueden pagar, de manera profesional, organizada y sin comprometer ni tus finanzas ni tu tiempo en el proceso.

Entonces la próxima vez que alguien te pregunte si tienes tarifas diferenciadas, vas a responder: “no tengo tarifas diferenciadas, pero tengo un cupo para una beca gratuita”. Mucho más altruista ¿o no?

¿Qué te parecieron estas 5 opciones? ¿Habías considerado utilizar alguna de ellas antes de leer este artículo?

Espero que te hagan sentido y que comiences a incluirlas.

Un abrazo.

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